Mica goes to Broadway

El otro día mis padres nos invitaron a cenar para contarnos una historia sobre la dignidad. Era una historia preciosa: con estrellas de fútbol que eligieron la pobreza, maestros buenos que murieron con la vocación intacta, padres generosos que donan lo que no tienen...

 

Era la historia de mi familia, y no es la única aunque en los periódicos sólo salgan los indignos.

 

El caso es que cuando terminamos de escuchar a mi padre, nos pusimos a hablar de cualquier otra cosa, dijimos tonterías, hicimos chistes malos y acabamos hablando de NYC.
 
- ¿Pero cómo ha llegado tu novela a Broadway?- me preguntó mi hermana, que es científica y muy cartesiana.

 

 

Y yo le contesté la verdad aunque a ella mi respuesta le sonara demasiado intensa y un poco borde: "Porque la vida es la gente que conoces y las cosas que haces con ellos".

 

Mi amigo Óscar me presentó a Juan (Yllana) que leyó "La novia de papá" en menos de un día y me dijo tres cosas: (i) "Esto es como Woody Allen en tío"; (ii) "hay que llevarla al teatro" (en ello estamos, con Joe, otro creador imprescindible); (iii) "se lo tiene que leer Ana, Ana Asensio, grandísima actriz y la mujer más inteligente que conozco".

Ana vive en NYC y trabaja allí y en cualquier sitio donde merezca la pena. Leyó "La novia de papá" y, antes de que pudiéramos ponernos a hablar de ella, llegó el huracán Mica: le di la novela en la Feria del Libro y me escribió desde el avión; o sea, casi desde la primera página. Porque Mica es energía que une a los revolucionarios buenos. Ana reclutó a Jean Randich, yo a Palmira Márquez (a la que me llevó mi hermano Pedro) y ella a Toni Mondragón, y Toni a... (es sorpresa todavía).

Pero no éramos suficientes, así que atrajimos a Tomás que nos hizo una ilustración llena de fuerza; a Ernesto que la convirtió en póster y en vídeo, por puro amor al arte; y a Laura que está predicando la palabra de Mica por el mundo...

 

El caso es que Mica llega a Broadway (vale, offBroadway), al unitedsolo.orghttp://unitedsolo.org/, un fantástico y pequeñito festival de monólogos porque a nosotros no nos gustan las cosas grandes, nos gustan las cosas importantes, que no es lo mismo. En medio hubo, por supuesto, quien se inhibió, quien quiso sumarse tarde, quien prometió cosas que nunca tuvo intención de cumplir... En medio hubo indignos y nos dio igual. El 16 de octubre estamos en Nueva York, pobres y contentos, haciendo teatro, cambiando el mundo.

 

Estará Ana en escena y por todas partes, porque sin ella nada habría sido posible. Estarán mis amigos. Estarán los neoyorquinos que creen que el teatro es imprescindible. Estarán los que luego traerán Mica a Madrid. Estaremos los importantes, aunque no estemos todos.

 

 

Mirad alrededor, mirad qué gente tenéis cerca, y haced.

 

P.D.: de paso, y perdón por la promoción, os dejo las preguntas que me han hecho los lectores de El País porque merecen la pena, y la mejor crítica que podría haber tenido Mica, publicada en El Mundo.