Poesía problemática

(Este es el último poemario que me regaló B. Su colofón es bestial: "Este libro se terminó de imprimir poco antes de que el Atleti jugara la final de Champions". No tiene nada que ver con mi poesía problemática, pero así lo promociono)
(Este es el último poemario que me regaló B. Su colofón es bestial: "Este libro se terminó de imprimir poco antes de que el Atleti jugara la final de Champions". No tiene nada que ver con mi poesía problemática, pero así lo promociono)

A veces los problemas son

como las broncas en los bares:

los resuelves si das el golpe

más rápido,

más fuerte,

más abajo.

 

A veces los problemas son

como las partidas de ajedrez:

los resuelves si piensas despacio,

y bien,

todas las opciones

(las tuyas, las suyas, las de nadie).

 

A veces los problemas son

pequeñitos e insistentes:

como esos mosquitos que se pasan toda,

toda,

la noche revoloteando cerca de tu oído

(o dentro de tu cabeza).

 

A veces los problemas son,

sólo,

las ganas de gritar,

y de salir a correr,

y de volver cuando ya no tengas fuerzas

para tener un problema.

 

A veces, los problemas son,

sólo,

gente que no tiene solución.